Un problema grande que he tenido durante al menos los últimos tres años es que no puedo escribir regularmente. Me cuesta muchísimo sentarme, explorar las ideas, ponerlas en la pantalla, revisarlas, editarlas. Todo el proceso es increíblemente difícil y cansón.

Incluso cuando hay una idea que me emociona, me resulta sumamente complejo sentarme a escribir sobre ello. Es terrible, hay una idea que realmente siento que es importante pero cuando tengo que poner las palabras es como si no pudiese, sin embargo las puedo verbalizar pero ¡NO LAS PUEDO GRABAR!

Es como una pared invisible que no me deja hacer las cosas. Unos grilletes mentales. Una vaina loquísima.

Sospechaba que el problema era miedo a publicar, ya sabes, el viejo síndrome del impostor pero revisando, revisando y revisando no hallaba justificación suficiente para ello. Yo sé que no hace falta que yo sea un super intelectual para decir lo que voy a decir, ni tengo miedo a lo que puedan pensar los demás, de hecho me interesa lo que piensen los demás pero nunca me lo dicen. Sinceramente, luego de este vídeo de David Perell, ¿Quién podría seguir creyendo en el síndrome del impostor?

Este problema siguió estando ahí, lo ignoraba por momentos pero siempre volvía a mi cuando sabía que tenía que escribir sobre algo, que mis ideas son importantes, ¡Que podrían hacer toda la diferencia en un montón de cosas!

Un día pensando en mi ex (pienso mucho en ella aunque trato de no hacerlo), me vino a la mente claramente lo que estaba sucediendo.

Espíritu roto

Los últimos años de mi vida he cometido muchísimo errores. Me he arriesgado con un montón de proyectos, personas y cosas que no han dado los frutos esperados y han dejado mi espíritu lastimado.

Los motivos y las razones de esos fracasos son irrelevantes, todos comparten algo en común: yo. Por ende algo, mucha o toda la responsabilidad tiene que ver conmigo.

El último pago que tuve que hacer por tantos errores fue que me mandaran pal coño y quedarme absolutamente solo. La soledad es una compañera terrible: no habla, no se ríe, no llora, no hace nada, solo te ve como diciendo: - Eres un maldito fracasado, por eso nadie está contigo -

Pero yo no soy un llorón y sé muy bien que tenerse lastima uno mismo es el ingrediente esencial de, efectivamente, ser un maldito fracasado.

Así que me propuse, con mucha dificultad, empezar la reconstrucción paulatina de mi espíritu que siempre ha estado caracterizado por dos rasgos:

  • Ímpetu o valentía
  • Idealismo u optimismo

Algo importante que mencionar: esta no es la primera vez que intento hacer esto. He tenido muchos intentos fallidos en estos años. El más largo y exitoso duró 6 meses. 6 meses publicando semanalmente de forma religiosa, era la gloria aunque mi escritura era una mierda. Recuerdo que estaba haciendo muchos experimentos personales en ese momento: 1 mes bañándome con agua fría, 1 mes meditando, 1 mes tomándome una foto diaria, 1 mes haciendo 100 flexiones diarias, etc.

No cumplí con muchos, las cosas inevitablemente se complicaron y finalmente, dejé de escribir de nuevo.

Esta vez no podía suceder lo mismo, podía significar entrar demasiado profundo en el hueco, tan profundo que no podría salir.

Noté que siempre que intentaba hacer estas reconstrucciones quería que fuesen rápidas, así que iniciaba muchos hábitos y retos de una sola vez. Inevitablemente fallaba porque era demasiado, ¡Recordemos que mi espíritu estaba roto!

Esta vez me enfoque en uno a la vez. Decidí empezar por el que me parecía más difícil mental y físicamente: el ejercicio.

No era un gordo plasta e mierda pero no estaba en forma, me costaba hacer 10 flexiones ni se diga de las rutinas de la app que descargué y mentalmente hablando el problema con el ejercicio era que luego de haber estudiado en un liceo militar, mi cerebro solo piensa: ejercicio = castigo.

Pero me comprometí con esa sola cosa todos los días. La mayoría de los días no podía trabajar, no podía concentrarme, no paraba de pensar en cosas negativas, el pasado, lloraba, etc. Pero sin falta, iba a hacer el hijo de puta ejercicio.

Y lo hice, tengo 60+ días sin fallar 1 solo día pero todavía no podía escribir.

Porque no puedo escribir

Verás, la mayoría de los hábitos u objetivos que nos ponemos en la vida tienen un resultado más o menos claro:

Si haces ejercicio tendrás más energía y te verás mejor.

Si meditas tendrás claridad mental y sentirás paz.

Si duermes lo suficiente tendrás más energía y claridad mental.

Si comes saludable tendrás más energía y quizás vivas bastante tiempo.

Si lees o estudias mucho tendrás más conocimiento y herramientas para enfrentar los retos de la vida.

Si te copias un modelo de negocio probado es muy probable que te funcione y tendrás dinero.

Ya me captaste la idea.

Pero cuando te aproximas a la escritura o cualquier otra disciplina que requiera creatividad con una mentalidad curiosa y crítica, no está claro que es lo que vas a encontrar. No está claro cuál será el beneficio que vas a obtener o si siquiera vas a obtener un beneficio.

Uno se sienta a destruirse el cerebro tratando de poner esas ideas juntas y haciendo el trabajo para que no pase absolutamente nada, para que nadie te diga nada, ni siquiera imaginemos que te paguen por leerte. Después de un tiempo se hace insoportable.

Pero solo se hace insoportable si te acercas a lo que haces esperando un resultado.

Este es el salto de fe que todo creativo tiene que dar en algún momento: te lanzas al infinito y abrumador mar de las ideas esperando lo mejor o abandonas por completo aquello que amas cuando las cosas no resultan como crees.

Requiere fortaleza, valentía, ímpetu y optimismo.

Y da miedo terrible lanzarse: ¿¡Qué pasa si no funciona!? ¿¡Qué va a ser de mi espíritu si vuelvo a fracasar!? ¿¡Y si nadie me lee!? ¿¡Cuánto tiempo tendré que hacerlo!? El terror se multiplica si hay personas que dependen de ti.

La mayoría de la gente no se lanza, no porque tomen una decisión consciente sobre ello sino porque el miedo se esconde tras las excusas que nos decimos a nosotros mismos:

  • "No tengo tiempo"
  • "No me siento bien para ello"
  • "No sé lo suficiente"
  • "No tengo energía"
  • "No tengo dinero"
  • "No tengo apoyo"
  • "No sé que hacer"
  • "Ya otro lo hizo"
  • "Tengo que organizarme"

No quiero ser parte de ese grupo. No creo que estén mal per se (aunque sean unos cobardes), solo estoy seguro que no es lo que va con mi espíritu y la vida que quiero vivir. Estoy casi seguro que si estás leyendo esto es porque tampoco va contigo.

Escojo dar el salto de fe.

No tengo idea de como va a resultar, ni a donde me va a llevar o si me moveré siquiera pero prefiero hacerlo antes que perderme a mi mismo en las marisqueras del día a día que, francamente, me aburren muchísimo.

¿La mejor parte de mi día? CUANDO ENCUENTRO UNA PUTA IDEA DIGNA DE ESCRIBIR SOBRE ELLA o que me pueda llevar a alguna idea interesante. ¡Me siento como un cazador de ideas!

Si también te sientes así sobre tu oficio, es momento de saltar.

Final Disclaimers

Primero.

He escrito sobre esto muchas otras veces, sobre como las cosas van a ser diferentes y voy a publicar seguido. Incluso escribí un artículo que se llama Empezar cuantas veces haga falta. Pero siento que esta idea auténticamente resuelve el problema. Sobre todo porque ya la he implementado con éxito (lamentablemente no te puedo echar ese cuento o quizás lo haga dentro de muuucho tiempo).

Segundo.

Sé que la vaina se lee como paja de autoayuda pero no es, si no lo entiendes es porque no tienes la "semilla creativa". Esto simplemente no es para ti, dale por ahí.

Y finalmente.

En retrospectiva siento que me hubiese gustado tener ayuda para poder llegar a esta conclusión y dar el salto. He estado solo durante toda esta travesía fracasonera (la palabra no existe), había gente a mi lado y siempre me sentí muy agradecido por eso pero no estaban ayudando realmente. En parte porque no sabían mi struggle (no soy muy abierto con mis debilidades) y además, yo tampoco entendía lo que estaba pasando.

Así que lo último que quiero hacer es ofrecerte mi ayuda. Creé una página web para ayudar a otros creativos con esto, se llama Creadr pero todavía la gente no lo entiende (estamos trabajando en ello). Si solo quieres escribirme y hablar, estoy seguro que podemos encontrar una manera de ayudarte a dar el salto, puede que sea más fácil hacerlo acompañado.

Y recuerda: "Este tipo seguro no me puede ayudar" también es una excusa.

¡SALTA!

2 Comentarios

  1. Arturo Ayala

    Hola Salomón. Me encantó tu reflexión sincera y siento que varios de los aspectos que compartes me han ocurrido. Si bien sabemos que nuestros obstáculos son comunes en muchas personas, tranquiliza e impulsa el encontrar personas como tú, que se acercan con este tipo de artículos. Un almabrazo y gracias.

    Responder
    • Salomón Acuña

      Gracias por tu comentario Arturo! Bueno, ya sabes lo mucho que valoro saber que piensa alguien.

      Una razón importante por la que escribo es precisamente porque sé que otra gente también le pasa y quiero ayudar de alguna manera, aunque sea solo haciéndoles saber que no están solos. Así que me alegro que ese haya sido tu caso ????

      Un abrazo grande

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *